Los pueblos no pueden olvidar de su pasado; los hechos que ocurrieron en las últimas décadas no pueden caer en políticas de ajuste. Sabemos cuál es la orientación del actual gobierno y su apego a la ultraderecha; hoy en su política de ajuste pretende vaciar de contenido lugares emblemáticos que en la última dictadura militar fueran tomados como campo de detención y tortura; la llamada Escuelita de Famaillá es una de ellas, como otras que sufren con su desatención y corre el albur puesto que no se la dota de personal para su atención y guía para las actuales generaciones. Es lo mismo que en Europa se pretendiera caer en el olvido los horrores de los campos de concentración del nazismo. Espero y hago votos para que esta tendencia no siga. Esto no es una ecuación económica, es la verdad que hemos pasado.
José Luis Avignone
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